Sin Rastro.

Las lágrimas salían de sus ojos, como la sangre brota de una arteria al ser cortada, las expresiones de dolor, miedo y furia se materializaban en su rostro y sus gritos eran ahogados por una mordaza que cubría sus labios. Ante sus ojos, el acero se enrojecía al rebanar el cuello de su hijo, que solo producía quejidos que se ahogaban en el coagulo de sangre que se formaba en su garganta. El cuerpo del pequeño tendido a un lado de la habitación quedo, y el agresor a la mujer se acerco, la levanto de la silla tomándola del cuello y al suelo la arrojo, la desnudo lenta y delicadamente, mientras ella pataleaba y se quejaba sin esperanza de ser ayudada, al estar desnuda, el sujeto abrió su piernas formando un ángulo de casi 180° e introdujo su órgano en el de ella, comenzando a entrar y salir lentamente de sus carnes, las lagrimas continuaban y su rostro quedo inexpresivo, fue como si al ser manchada por este sujeto, su esencia vital se marcho de ese cuerpo profanado y corrupto. La faena del sujeto sobre ella se volvió más calurosa y rápida, terminando con la diseminación de un líquido cremoso en su interior, la satisfacción fluía en el rostro del sujeto, quien se vistió y de entre un bolso, que llevaba, saco una soga con un lazo, con el cual, rodeo el cuello de la mujer, y lo ato a un madero que atravesaba el techo de la habitación. La levantó y sobre la silla la puso de pie, tensiono bien la cuerda y al estar todo listo, la empujo de la silla y esta cayo pataleando en al aire, permaneció así hasta que la ultima molécula de oxigeno se extinguió de sus pulmones y la sangre en su cerebro por oídos y ojos comenzó a escurrirse. La descolgó, llevo al baño donde la ducho y le quito todo signo de él en ella, la vistió y de nuevo la colgó, tomo el cuchillo del suelo y lo puso en la mano del cadáver de la mujer, lo apretó un poco y luego lo soltó, cayendo al suelo. La noche paso fría y silenciosa y el día llego caluroso, bullicioso y con una noticia aterradora que decía: - Mujer decapita a su hijo y se suicida.-