Miedo Nocturno.


Descendió por la escaleras hasta llagar el sótano, allí, a un rincón de este se pose con sus rodillas atadas al pecho y la respiración agitada. Los gritos y quejidos retumbaban en su mente y el temor crecía mas en ella, las lagrimas comenzaron a humedecer sus mejillas, hasta escurrirse por su pecho, en el cual se escuchaba el palpitar de su corazón estrepitosamente. Sus músculos comenzaron a flaquear y sus dientes rechinaban entre ellos al rosarse involuntariamente, al poco tiempo, todo se calmo, su corazón retomo el latido normal y a la cama de nuevo regreso.

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